10/18/2006

Contemplaciones de una mirada triste.

-----------------------------------------------------------------[Fotografia : Doifel Videla ]
I

Estamos muertos o tan invadidos de vida que al ver nuestro reflejo no somos más que sombras sin color, que traspasan las paredes, al mundo, contemplando el infinito

Hoy mire el mar y recaí en el horizontal de su existencia en donde con el cielo son solo uno y me rendí hipnotizada ante la imaginación, ante las palabras que se forman en aquel lugar que se dibuja en mi mente, que se refleja en mis pupilas y que parecemos nunca considerar.

II

En segundos todo parece ajeno a mí, es como si decayera ante todo, mi vida me da la espalda y las encrucijadas sumadas se convierten en símbolos que presagian el mal.

Por minutos todo parece sereno, placebos diarios de dosis justas para emplear en un buen nivel de entendimiento emocional
Sonrío y le canto a una vida que parece dormida, regando flores muertas que padecieron hace ya bastante tiempo
Y como me gustan las flores en primavera, pero también llueve sobre ellas y el rocío de las mañanas grises deposita su tristeza sobre sus pétalos y tallos, sobre toda su estructura, la tristeza de un mundo que se ha negado a morir, aunque respire artificialmente.

III

Las ventanas han sido cerradas en el día de hoy, mucho frió y poco abrigo, poca retención de palabras en donde apoyar las cargadas mochilas
Divagamos, nos perdemos y nos desviamos del entendimiento y las decisiones asertivas
Donde iremos a parar me pregunta una voz que parece ser la mía
Donde esta tu futuro, en que lugar recogerás las semillas plantadas que no quieren florecer, estarán al voltear con un poco de esperanza o estarán tan presas de enfermedades como tu mente
No quiero desaparecer aun sin saberlo aunque silenciosamente cada día al abrir los ojos desearía creer que todo es un sueño.

IV

Y escribo refiriéndome a nosotros como si alguien mas estuviera aquí conmigo, como si mi historia fueran las mimas que hallo en otras voces
Rescatar los demonios internos de otros no es necesario, pero quizás la soledad no me asienta en una noche como hoy
Para nadie es bienvenida la soledad perpetua que llega para quedarse hasta su infinita existencia silenciosa
Se sienta en la mecedora imaginaria y nos roba de vez en cuando el aliento
Mientras las lágrimas a veces poco fieles compañeras y otras tantas desconocidas, se manifiestan en todo su esplendor, nos libran del rostro las heridas para borrar un par de huellas y depositarlas dentro de la piel.

V

Hoy tengo una certeza y la he compartido con estas líneas, la sencilla y aguda certeza de que hoy no he visto nada nuevo
Dentro ni fuera de mí
Dentro de todos nosotros.