
¿Nunca has visto a un muerto de tan cerca?
Y te aseguro
que cuando soporto
a mi hijo en los brazos
más cadaver soy aún.
Casi siempre despierto en un basural,
un niño se me acerca
y me pregunta si puedo ser su padre,
si lo puedo amar.
Veo en su rostro el sol.
Todas las cosas en que alguna vez nos prodigamos
y a las cuales no podemos dar curso.
Quemo mis ojos y los cierro
frente a un triste paraje
cercano a las poblaciones bajas,
obreras,de las cuales provengo.
El triste testigo
se marcha,
pero también perece.
En su triste caminata.