6/02/2009

Kazan era su nombre, así era reconocido entre los vecinos, se echaba en algunos lugares y miraba con cara de aflicción.
Su condición lo llevo a la muerte, en la línea en que su cuerpo pedía clemencia descomponiéndose, oliendo mal y despedazandose de a poco. Quizás la pena de la perdida de otros de sus amiguitos caninos lo fue dejando así. La última vez que lo vi, le deje un plástico lleno de agua , estaba desorientado, con una patita mala, quizas deshidratado.
Murio una noche y al día siguente la lluvia visito la ciudad, al menos no se lo llevo el frío, ese frío de mierda y tan inmovilizador.